Después de una gran e intensa boda, ¿qué pareja de recién casados no querría una nueva sesión de fotos sin prisas, sin agobios y sin estrés máximo?
Bueno, pues un reportaje post-boda es básicamente eso. Una oportunidad de pasar un rato relajados haciendo las fotos que el mismo día de la boda no fueron posibles (por tiempo, espacio, etc etc…).
En el caso de Amanda y Miguel Ángel, no sólo quisieron participar ellos en dicha sesión ¡sino toda su familia! Cuando la novia me comentó la idea, lo primero que pensé fue «¿Qué? ¿Otra ve todos vestidos de boda? ¿Maquillaje y Peluquería incluidos? uuf» haha pero reconozco que ha merecido la pena.
Realizamos primero las fotos de grupo y luego me quedé a solas con los novios para hacer sus fotos juntos. Aquí os dejo un muestra. ¡Gracias chicos!












