La fotografía en blanco y negro es un término inmediatamente asociado a palabras como «clásico«, «nostalgia» o «atemporal«. Esto nos pasa cuando vemos imágenes antiguas de nuestros abuelos o bisabuelos. ¿Sabías que la fotografía nos acompaña desde hace casi 200 años?
Para mí, la fotografía monocromática significa eso y mucho más. Es cierto que el color define mi estilo. Las imágenes luminosas y etéreas abundan en mi portafolio. Más del 80% de las fotografías que entrego de bodas y sesiones son en todo color, describiendo editorialmente el mundo de belleza y amor que rodea a un evento o pareja. Sin embargo, el 20% restante de una galería consistirá en hermosas y épicas imágenes en blanco y negro.
Pero, ¿qué me hace convertir una fotografía a blanco y negro? Puede parecer algo casi aleatorio, pero con el tiempo he descubierto mis propios criterios. Una fotografía tiene más significado sin color en los siguientes casos:
- Una imagen que describe un momento épico, con expresiones genuinas y espontáneas.
- Una fotografía de gran contenido emocional, donde las emociones se comunican a un nivel más profundo.
- Las imágenes con movimiento funcionan muy bien en mono.
- Las escenas con una iluminación complicada a menudo dan como resultado tonos poco favorecedores que son difíciles de editar.
- Algunas imágenes ligeramente desenfocadas pueden tomar una nueva vida convirtiéndolas a blanco y negro.
- Una imagen con un aire bucólico, una estética “fine art”, una connotación poética …
- Cuando la composición o la iluminación de una foto hacen que el sujeto se destaque del fondo, se crea una gran sensación de contraste.
Estos son los principales casos que me harán convertir una imagen de color a fotografía en blanco y negro. Aquí os dejo una selección de algunos de mis ejemplos favoritos.
Para más información sobre mi proceso de edición general, clic aquí.
I.-El Momentazo
Si una imagen describe un momento épico, con expresiones genuinas y espontáneas, será una clara candidata a ser una poderosa fotografía en blanco y negro. En estos casos, el color podría restar valor a la acción.














II.- Carga Emocional
En una fotografía con un gran contenido emocional, los sentimientos son tan fuertes que se comunican a un nivel más profundo. Abrazos, caricias, lágrimas, llantos …, dan como resultado imágenes poderosas y emotivas. El color podría distraer en este caso, ¡el blanco y negro es el «winner»!





III.- Estética «Fine Art»
Una imagen con un aire bucólico, una estética “fine art”, una connotación poética … tiene todas las posibilidades de ser una muy buena fotografía en blanco y negro.





IV.- Movimiento
Las imágenes con movimiento funcionan genial en blanco y negro. Los increíbles momentos de enérgicos bailes del “after party”, una inesperada ráfaga de viento o gente moviéndose de fondo son grandes ejemplos de ello.





V.- Encuadres Creativos
Cuando la composición de una foto (encuadre creativo) y / o una iluminación específica (fondos muy oscuros) hacen que el sujeto destaque de forma destacada de la escena, creando una gran sensación de contraste.






VI.- Iluminación Complicada
Hay ocasiones en las que la escena presenta una iluminación complicada, como la que genera una bombilla fluorescente. Aparte, una lámpara (color cálido) y la luz de una ventana (color frío), cada una con diferentes temperaturas de color, se mezclan comúnmente en escenarios interiores. Estas situaciones dan como resultado tonos poco favorecedores que son difíciles de editar y la mejor solución puede ser convertir a un bonito blanco y negro.

VII.- La Magia del Desenfoque
Algunas imágenes ligeramente desenfocadas pueden parecer que vayan a ser descartadas en la primera criba. Sin embargo, estas pueden tomar una nueva vida convirtiéndolas en blanco y negro. ¿Alguien dijo «vintage«?



