En un bonito atardecer del mes de Agosto, viernes, Beatriz y Alejandro se daban el «¡sí, quiero!» en la Hacienda Los Frailes de San Alberto (Sevilla), delante de todos los que más quieren y los han visto crecer como pareja y como personas.
Podría parecer que Bea y Ale no tienen muchas cosas en común, que son los caracteres opuestos y que, como me contaba la novia durante su sesión preboda, al principio de su historia juntos, muchos no se los imaginaban como una pareja.
A estas alturas de la película, ya a nadie le quedaba la menor duda de que están hechos el uno para el otro, que se complementan y se quieren con locura, y en el día de su boda quedó de nuevo evidente para todos.
Algo que los dos comparten con pasión es su afición por los viajes, por recorrer el mundo juntos. Y esa fue la temática principal de su boda, donde hubo referencia a cada rinconcito del planeta por donde han pasado. Maletas «vintage» por todos lados, mapas, galletitas con forma y escritura de pasaporte y, además, aviones, tarjetas de embarque, cámaras de fotos, y un «photo-booth» dentro de la misma cabina de un avión, donde seguramente tantas horas han pasado juntos rumbo a sus destinos favoritos.
Después de la bonita ceremonia y la distendida cena, con sorpresas incluidas «of course», la fiesta estaba súper asegurada con el espectacular montaje de luz y sonido de Jaleo con Sabor. Los amigos de la pareja lo dieron todo en la pista de baile y disfrutaron como nunca.
¡Felicidades pareja!



























