Esta boda en Hacienda Los Ángeles fue toda una celebración de amor. Recuerdo el día que Jesús me dijo «oye, ¿estás disponible para el 4 de Marzo del año que viene?». Yo como tal cosa, miro la agenda y le digo «síp, ¡libre!» pensando que se trataría de uno de los eventos que, como wedding planner que es, estuviera coordinando. En el momento que me aclaró que era para SU PROPIA BODA, ¡que se casaba!, dije «¿Qué? ¡Espera! ¿Que te casas?». Conociéndolo desde hace tantos años me alegre muchísimo y pensé «¡Esto va a ser grande!».
¡Por mil bodas más así! Cuando el mundo de la moda (Javier García) y el mundo de la organización de bodas (Jesús Fernández) unen fuerzas y estilo en un evento tan único… puff, ¡no hay palabras! Muchas ideas y muchos preparativos en la cabeza de la pareja desde el principio. La paleta de colores, las invitaciones, los detalles, mantelerías, decoración …, absolutamente todo ha estado controlado personalmente por ellos.
Llegó el gran día para esta boda en Hacienda Los Ángeles, ¡y sabía que no me equivocaba! Cuando entré en el salón de la ceremonia, vi por todos los rincones los toques de ambos. Flores por todas partes, un muro de ellas cubría el retablo colocado para la ocasión, garzas y flamencos dorados presidían el atril de las lecturas, y una caja de cristal custodiaba los anillos sobre un manto de musgo verde.
Como curiosidad, y para sorpresa de los novios, un pequeño olivo y un pequeño naranjo fueron intercambiados durante la ceremonia, como símbolos de Estepa y de Sevilla respectivamente, ciudades de Javier y Jesús.
El dress code se cumplía rigurosamente. Chaqué para ellos y vestido de cocktail con pamela o tocado para ellas. Toda una alfombra roja de looks en lo que yo llamo una boda-estilazo. No se podía esperar otra cosa entre tantos diseñadores y apasionados de la moda. Las azafatas se ocuparon de acomodar a todos.
Del salón de celebración, poco puedo añadir que no veáis en las fotos. Al entrar y verlo a distancia, lo primero que pensé fue «Oh, wow, ¡esto es un bosque!» Una vista y un olor indescriptible. Muy muy bonito, de verdad.
Los pequeños contratiempos del inicio del día sólo quedaron en anécdotas para recordar entre risas, ya que no pudieron eclipsar el magnífico día. La celebración se sucedió entre sorpresas, como la llegada del cantante Hugo Salazar, que tras una introducción de mano del presentador Ricardo Castillejo, cantó en vivo con su guitarra la canción «Sevilla«. Los cientos de invitados inmortalizaron el momento con sus móviles y cuando llegó el verso que dice «Y jugar a ser paloma que cruza Triana», se sucedieron los «ole» y los «viva» por toda la sala. ¡Emoción a flor de piel!
Un coro gospel, un grupo flamenco, otro ochentero, un montaje de luces y sonido impresionante. Mucha variedad de estilos para una fiesta que se alargó hasta bien adentrada la noche fue lo que se disfrutó en esta fantástica boda en Hacienda Los Ángeles.
Una boda increíble. ¡Hasta la prensa se hizo eco de ella! Y todo se queda en nada en comparación al amor de ellos, de Jesús y de Javier, que por si a alguno de los presentes le cabía alguna duda, que me extraña mucho, quedó bien evidente.
¡Enhorabuena chicos, que seáis muy felices!


































